La historia de los Roscones de Reyes tiene miga… en mi familia hay verdadera tradición por este manjar de las Navidades, y en mi caso concreto es casi una deliciosa adicción. Todavía recuerdo el año en que estuve comiendo roscón de reyes hasta abril, pues en el hipermercado todavía quedaba alguno a la venta.

Llevo mucho tiempo con ganas de cocinar un roscón de reyes casero, y en este año de confinamiento he aprovechado para hacer alguna prueba y ampliar ligeramente mi repertorio de cocina. No es que sea un gran cocinillas, nada más lejos de la realidad, pero alguna cosa me atrevo a hacer. En fin, con el cambio de año tocaba probar esta delicia, de la que puedo decir que estoy realmente contento.

Esta entrada la hago básicamente por no olvidar la receta. Más que la receta, para no olvidar los pasos que he seguido, ya que son varios los blogs y los vídeos que me han servido para hacer mi propio roscón de reyes. Los pasos son los correspondientes a mi segundo intento, ya que el primero… pues no fue bien, para qué nos vamos a engañar. Justamente ahora estoy con el tercero y tengo en la cabeza todos los datos, por lo que escribo esto para dejarlo todo por escrito en lugar seguro.

Ingredientes para un Roscón de Reyes

Estos son los ingredientes que YO he utilizado para hacer un delicioso Roscón de Reyes sin relleno:

  • 350 gr. de harina de repostería.
  • 2 sobres de levadura de panadería, marca Maizena (pongo la marca y todo porque el tema de las levaduras a mi me ha costado entenderlo).
  • 80 gr. de azúcar.
  • 120 ml. de leche.
  • 40 gr. de margarina, aunque en teoría se recomienda mantequilla.
  • 1 huevo.
  • 3 cucharaditas de aroma de azahar.
  • 1 ralladura de mandarina, que es lo que tenía por casa (las recetas que yo he visto son con naranja y limón).

Y ya, lo del pellizco de sal que recomiendan algunos yo no lo he seguido, así que no puedo decir si va bien o no. En la foto podéis ver los ingredientes del roscón de reyes que he utilizado.

Además de los mencionados, hará falta alguna otra cosa para la decoración del roscón de reyes, que esto ya va a gusto de cada uno: un huevo batido para pintarlo y que quede bien dorado, almendras, turrón de chocolate molido, migas de galletas, o la típica fruta escarchada de toda la vida.

Pasos para hacer un Roscón de Reyes Casero.

Para empezar a hacer la masa del roscón de reyes vamos a necesitar simplemente un bol grande y una cuchara sopera, nada más. Mejor así, porque a mi no me gusta ensuciar demasiados cacharros en la cocina.

Lo que más me ha llamado la atención de este primer paso es el térmimo «volcán». Básicamente se trata de echar la harina tamizada (pasada por un colador) en un bol grande y hacer un hueco en el medio, donde ir echando el resto de ingredientes.

En el hueco primero ponemos el azúcar y después una mezcla con la levadura disuelta en leche tibia. Para ello meto la leche unos 30 segundos en el microondas, echamos los dos sobres de levadura y removemos bien. Luego lo vertemos justo sobre el azúcar.

Removemos la mezcla de leche con levadura y el azúcar, en el centro del volcán, hasta que veamos que el azúcar se ha disuelto y se empieza a formar una masa. Es el momento de ir echando el resto de ingredientes: el huevo, la mantequilla o margarina (ligeramente calentada para que no esté dura, unos 15-20 segundos en el microondas), el aroma de azahar y la ralladura de mandarina.

Mezclamos bien la masa que se va formando poco a poco en el centro del volcán, y cuando veamos que ya está homogénea, vamos ampliando el movimiento de la cuchara para ir añadiendo harina a la masa según necesitemos. Esto es lo más tedioso, pues se requiere algo de fuerza ya que la masa se vuelve cada vez más espesa.

Al final es verdad que la masa «pide» harina, así que esto es algo que lo irás viendo sobre la marcha. Cuando tengas toda la masa bien mezclada, formas una especie de bola y tapas el bol con plástico. Yo lo dejo metido en un lugar fresco y seco, como por ejemplo el mismo horno, pero sin encender. Durante el tiempo necesario para que engorde por el efecto de la levadura.

¿Y cuánto tiempo tiene que reposar la masa del roscón de reyes? Pues es verdad que es muy relativo. He visto recetas que dicen que una o dos horas, pero al cabo de ese tiempo, en mi caso, la masa tenía la misma pinta. Como este paso me pilló justo antes de la cena de Nochevieja, y visto que el primer intento de roscón no fue bien, pues mis esperanzas eran bajas, así que me fui a cenar con mi familia y allí lo dejé que se tomara su tiempo.

Cuando llegué a casa poco después de tomarnos las uvas (había toque de queda a las 00:30h) vi una maravillosa masa que había duplicado su tamaño. En total podrían haber pasado unas 5-6 horas de reposo.

Así que me puse manos a la obra para seguir con la receta, porque quería tener el roscón para la comida de Año Nuevo en casa de los suegros.

Cogí la masa con las manos y vi que era más o menos fácil trabajarla, así que la amasé de nuevo, la golpeé y no sin esfuerzo pude hacer la forma del roscón, haciendo el agujero en medio y abriendo más y más con ayuda de la gravedad, ya que lo hice en el aire y el peso de la propia masa facilita mucho este trabajo.

Una vez que la masa del roscón se estiró lo suficiente, la coloqué con cuidado en la bandeja del horno cubierta por papel de aluminio, y puse en el medio un cuenco de barro, para que al inflarse no se cerrara el roscón. Dejé reposar el resto de la noche hasta la mañana siguiente.

¡El roscón de reyes estaba inflado! Y con una pinta estupenda. Solamente me faltaba el último paso para el horneado, que era la decoración. Lo primero, pintar la superficie de la masa con huevo batido, y luego ya decorarlo al gusto.

Como no tenía previsto hacer esta receta en este momento, apenas tenía nada por casa, así que cogí la fruta escarchada de otro roscón (que había comprado el día antes) y la puse sobre la masa. Además sí que había unas almendras garrapiñadas en la despensa, por lo que las molí en un mortero y las esparcí por encima. Intenté hacer los grumos o daditos de azúcar con agua, pero estos no me salieron bien. No pasa nada, que nadie se va a fijar en esto.

El último toque para darle una apariencia crujiente a la superficie, era pintarlo todo ligeramente con un poco de aceite de oliva. ¡Roscón de Reyes listo para hornear!

Con el horno apagado, metí el roscón y lo puse a 180º con calor arriba y abajo durante 18 minutos, momento en el que ya estaba bien dorado, y lo apagué, dejando el roscón dentro del horno hasta que se enfrió.

Una vez que lo saco del horno, retiré con cuidado el cuenco de barro y probé la masa que se había pegado ¡una delicia! Para llevarlo lo más decente y curioso posible a la comida familiar le di la vuelta, hice un par de incisiones a la masa del roscón con la punta de un cuchillo y le metí un par de figuras de reyes envueltas de plástico, que obviamente son de otros roscones que han pasado por casa. Por último adorné con las coronas típicas de cualquier roscón comprado, que también tenía guardadas.

La idea en principio era cortarlo por la mitad y rellenarlo por el medio con nata montada, que es como más gusta a la familia, pero me salió tan rico que decidí dejarlo sin relleno y llevar el bote de nata aparte. ¿A que parece apetitoso?

Feliz Roscón de Reyes

He aquí el Roscón de Reyes,
tradición de un gran banquete
en el cual hay dos sorpresas para los que tengan suerte.
En él hay, muy bien ocultas, un haba y una figura:
el que lo vaya a cortar hágalo sin travesura.
Quien en la boca se encuentre una cosa un tanto dura,
a lo peor es el haba o a lo mejor la figura.
si es el haba lo encontrado este roscón pagarás,
más si es la figura, coronado y Rey serás.