Reproducción íntegra
del relato elaborado por José M. Ávila.
(Cualquier parecido con la realidad es pura
coincidencia)
del relato elaborado por José M. Ávila.
(Cualquier parecido con la realidad es pura
coincidencia)
Viernes día 17: El viernes por la mañana visitamos
Montserrat, sin saber muy bien lo que nos encontraríamos por allí. Hay que
destacar de nuevo las buenas comunicaciones desde Barcelona en tren. Montserrat
es una montaña con unas formas muy peculiares, que está a unos 50 km. al norte de Barcelona,
alrededor de una hora en tren FGC. Los FGC para que nos entendamos vienen a ser
los regionales (no los cercanías, esos son otros diferentes), y salen desde
Plaza Espanya. Para ir a Montserrat puedes coger dos tarjetas, una que incluye
todos los transportes, y otra que además de los transportes incluye visitas a
diversos espacios de por allí, museos y demás. Elegimos la primera opción, y
allá vamos.
Montserrat, sin saber muy bien lo que nos encontraríamos por allí. Hay que
destacar de nuevo las buenas comunicaciones desde Barcelona en tren. Montserrat
es una montaña con unas formas muy peculiares, que está a unos 50 km. al norte de Barcelona,
alrededor de una hora en tren FGC. Los FGC para que nos entendamos vienen a ser
los regionales (no los cercanías, esos son otros diferentes), y salen desde
Plaza Espanya. Para ir a Montserrat puedes coger dos tarjetas, una que incluye
todos los transportes, y otra que además de los transportes incluye visitas a
diversos espacios de por allí, museos y demás. Elegimos la primera opción, y
allá vamos.
Para ir a Montserrat el tren tiene dos paradas posibles. La primera es Aeri de
Montserrat, que es donde te debes bajar si quieres coger directamente un
teleférico hasta el monasterio. La segunda es en Monistrol de Montserrat, que
viene a ser el pueblo que está al pie de la montaña. Y desde allí subes a la
montaña en el tren cremallera, que son trenes normales pero con un sistema
especial entre los railes para subir pendientes pronunciadas. Para moverte por
Barcelona es importante saber distinguir bien entre tren normal de Renfe, tren
FGC, Rodalies (cercanías), metro, funicular, tren cremallera, teleférico y
tranvía.
El tren cremallera tarda 7 u 8 minutos en subir a Montserrat. El entorno
natural la verdad es que es bastante bello. Allí hay muchas cosas que ver, más
de las que nos imaginábamos en un principio. Además de tiendas, bar,
restaurantes y esas cosas, está el monasterio, que es la madre del cordero. Muy
espectacular y bastante grande, yo no lo conocía y la verdad es que me esperaba
una cosa más humilde. Después hay dos funiculares que te llevan a dos lugares
por ahí perdidos de la mano de Dios. Uno bajaba hasta la Santa Cova, y otro
subía hasta el mirador de Sant Joan. Teníamos toda la mañana, así que íbamos a
visitar ambos.
Empezamos por el de la
Santa Cova, que es un funicular de unos 250 metros de recorrido
y 55% de pendiente, que baja hasta la cuevecilla donde se encontró a la Virgen de Montserrat (la Santa Cova). O eso
pensábamos nosotros, jeje. Resulta que el funicular baja hasta donde puede,
pero para llegar hasta la
Santa Cueva después tienes que seguir caminando por una vía
escarpada bordeando la montaña. Se tarda alrededor de 30 minutos en llegar a la
cueva, y otros tantos de vuelta al funicular.
Aparte de las espectaculares vistas, lo bonito es que el camino está salpicado
por quince grupos escultóricos que representan otros tantos misterios. En
concreto había cinco misterios de gozo (la anunciación, la concepción, etc),
otros cinco de gloria (resurrección de cristo, ascensión de la virgen, ese tipo
de cosas) y cinco misterios de dolor (estaban la crucifixión, la flagelación,
coronación de espinas, oración en el huerto y Jesús con la cruz a cuestas).
Fueron construidos por diversos autores de este siglo, alguno creo que era de
Gaudí, y los había ciertamente impresionantes, no ya por la belleza de las
esculturas en sí mismas, sino por el entorno donde estaban.
La Santa Cueva
es una ermita muy pequeña. Tiene una sala anexa con diversos documentos,
recortes de periódico y material explicativo, y también un claustro. En la zona
donde se supone que se encontraron a la imagen de la Virgen está el altar, cuyo
fondo es la propia piedra desnuda. Lo que más mola de todo esto no es ya el
propio sitio que estás visitando, sino el hecho de que todo está enclavado en
la montaña. Miras por cualquier ventana y puedes ver muchísimos metros hacia
abajo.
La verdad es que no esperábamos que esto nos llevara tanto tiempo, así que
marchamos de vuelta al funicular, que todavía nos quedaba por visitar el de
Sant Joan. Pero cuando llegamos al funicular, ¡craso error!, no nos habíamos
fijado en los horarios de vuelta. Pensábamos que eran siempre cada 20 minutos,
pero no. Entre las 13:10 y las 14:10 resulta que había un intervalo de una hora
sin funicular, no sabemos muy bien por qué, y además daba la casualidad de que
eran aproximadamente las 13:20. La solución era o esperar 50 minutos, o subir
al monasterio andando, que supuestamente se tardaba entre 15-20 minutos. Nos
decidimos por esta segunda opción para ahorrar tiempo, pero durante el camino
estuvimos a punto de arrepentirnos. No caímos en la cuenta de que todo lo que
bajamos en el funicular tendríamos que subirlo a pie, y encima bajo un sol de
justicia. Quemamos más calorías en ese cuarto de hora que en toda la semana.
De vuelta al monasterio, vamos al segundo funicular, el de Sant Joan, esta vez
asegurándonos de mirar bien los horarios. No había peligro, este sí que iba y
venía a intervalos de 20 minutos sin parones. Los funiculares tienen capacidad
limitada, así que nos pusimos en la cola y no entramos por los pelos. Tuvimos
que esperar 20 minutos a que saliese el siguiente, soportando los alaridos de
un niño llorón que teníamos delante que parecía la reencarnación de Belcebú.
Los funiculares son unos aparatos curiosos. Van sobre raíles pero se
diferencian de un tren en que emplean un cable de acero como sistema de
tracción, que es lo que hace que suban y bajen. Siempre hay dos funiculares que
funcionan al mismo tiempo, parten de cada estación (salida y llegada) a la
misma hora, y se cruzan justo en mitad del camino, donde la vía primero se
bifurca y luego se vuelve a juntar en una sola. Si el de la Santa Cova tenía 250 metros de recorrido
con una pendiente del 55%, este recorría casi el doble, medio kilómetro, y
tenía una pendiente máxima del 65%, pero que parecía por lo menos del 66% o del
67%. La verdad es que era un poquito acojonante. En poco más de 500 metros de recorrido,
el funicular asciende casi 300.
Una vez arriba del todo, en Sant Joan disfrutamos de las mejores vistas de todo
aquello. El monasterio está a 707 metros de altitud, pero Sant joan está casi
a 1000. Es la parte más alta de la montaña. Allí hay miradores, puedes ver a
muchísimos kilómetros a la redonda, y también hay diversas rutas para hacer
senderismo por la montaña, que por desgracia no teníamos tiempo para recorrer.
Bajamos en el funicular de vuelta a la explanada del monasterio. Era la hora de
comer, así que tomamos uno bocadillos en el bar que hay allí, y visitamos la
tienda de recuerdos. Cogemos el cremallera para bajar hasta Monistrol, y allí
coger el tren de las 16:00 para estar en Barna a una hora que nos permitiera
aprovechar bien la tarde.
aquello. El monasterio está a 707 metros de altitud, pero Sant joan está casi
a 1000. Es la parte más alta de la montaña. Allí hay miradores, puedes ver a
muchísimos kilómetros a la redonda, y también hay diversas rutas para hacer
senderismo por la montaña, que por desgracia no teníamos tiempo para recorrer.
Bajamos en el funicular de vuelta a la explanada del monasterio. Era la hora de
comer, así que tomamos uno bocadillos en el bar que hay allí, y visitamos la
tienda de recuerdos. Cogemos el cremallera para bajar hasta Monistrol, y allí
coger el tren de las 16:00 para estar en Barna a una hora que nos permitiera
aprovechar bien la tarde.
Llegamos a Plaza Espanya alrededor de las 17:00, y directamente cogemos el
metro en dirección a la parada de Les Corts, para que Jose visitara el Camp Nou
y todo el recinto del F.C Barcelona. Estamos bastante rato en la tienda oficial
del Barça, que es un fraude porque únicamente tienen camisetas de fútbol (luego
van presumiendo de tener mil secciones y tal), y al salir nos entretuvimos
viendo cómo la gente casi se pegaba por ver de lejos el entrenamiento del FCB.
Jose estaba realmente emocionado, buscando huecos imposibles para hacer alguna
foto. Aquella tarde se destapó como culé de pro.
Terminado el tour
barcelonista, ya de nuevo en el metro, decidimos volver a la Sagrada Familia
porque Guada no la grabó en vídeo el lunes. Allí estuvimos 5 minutos viendo el
templo y 55 pululando entre los puestos de regalos. Para acabar, ya
anocheciendo, cenamos en el Kentucky Fried Chicken de Plaza Catalunya. Y pal
hotel, que había que recoger las cosas y hacer la maleta.
barcelonista, ya de nuevo en el metro, decidimos volver a la Sagrada Familia
porque Guada no la grabó en vídeo el lunes. Allí estuvimos 5 minutos viendo el
templo y 55 pululando entre los puestos de regalos. Para acabar, ya
anocheciendo, cenamos en el Kentucky Fried Chicken de Plaza Catalunya. Y pal
hotel, que había que recoger las cosas y hacer la maleta.
Fin