Yo no le conocía, pero después de uno de los mejores fines de semana que recuerdo, la desazón invade mi cuerpo. Se que no puedo decir nada para aliviarte, sufro al verte deambular, pasando las horas sin más, esperando una respuesta que no llegará.
Tienes mi apoyo, me gustaría poder hacer algo, pero no tengo muy claro cómo. Quisiera estar ahí, de hecho, en cierto modo, estoy ahí. Puedes contar conmigo.